«El despertador de Sísifo» ha sonado para Jorge García Torrego

La nómina mes a mes, el autobús diario que te lleva a la oficina, el mismo atasco de siempre, el mismo café… el día de la marmota.

Hasta que suena El despertador de Sísifo, y sus palabras nos dejan una grieta por la que escapar de nuestras perdiciones, y nos permiten dejar una pequeña piedra en nuestro camino, para que nos recuerden, para recordarnos, para recordar(te).

Un gran video-poema (y libro) de Jorge García Torrego, que os dejamos que disfrutéis sin más dilación:

El despertador de Sísifo

Yo, Sísifo,
pecho de lata,
eslabón corroído,
pulso inestable
del caballo flaco
llamado progreso.

Soy Sísifo,
el usar y tirar
de días manchados
e iguales,
raíz muda,
y viaje en círculos.

Soy Sísifo,
condenado,
estación final
del hombre en serie,
y los sentidos
cortados
con cuchilla.

Cauterizados
los tendones
del amor,
tapiadas
las salidas
de emergencia.

Soy Sísifo,
y escupo mi nombre
a las abejas libadoras,
que cosechan minutos,
y producen nóminas,
y pequeños grumos
de azúcar
que llamamos dinero.

Soy Sísifo,
y grito a los dioses
que manejan
los barcos,
los semáforos
y los buses de línea.

Les grito
que empujaré
su piedra,
descansaré
en las brújulas
y volveré a casa.

Que la luz de Mérope
en la noche
no me ciegue
y me guíe,
que en el cerrar
los ojos
despierte mi cuerpo
y se borre
vuestra condena.

Oh, dioses,
impolutos
y tristes,
envidiosos
de nuestra angustia,
de esta asfixia
llamada muerte
y de sus helechos
del placer
donde nos escondemos.

Soy Sísifo os digo,
el que masca piedra
a diario,
y cada noche Mérope
no aterriza en mí,
no aterrizo,
todo es un ensayo
macabro,
un dialogo de muebles
y ruidos,
la escarcha
que silencia
nuestro deseo
como ancla dormida.

El jarabe
de las pantallas encendidas,
su trampa viscosa
llamadas serias.

Soy Sísifo,
el que encontró
a Mérope
en los arrabales
de la ciudad,
en las afueras
donde los caminos
abrasan de soledad.

Marcaré tu nombre
en mi lengua,
Mérope,
en cada palabra
un incendio
con tu olor.

Soy Sísifo,
el perdido,
el condenado,
volveré a casa.

Dicho esto, os recomendamos visitéis las redes sociales de Jorge García Torrego que encontraréis al pie de esta entrada, y que volváis a casa pronto, aunque sea por Navidad.

Jorge Mayoral (@noquierorespuestas)

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