Hola de nuevo, Cris al teclado. ¿Y sobre qué voy a teclear esta vez? Pues sobre un libro que está prácticamente agotado. Qué contradicción, ¿no? Pues quizá, pero es que su autor participó en la primera velada de Lucha Literaria de Poesia.Tv, así que merece su espacio más que nadie.
Pequeños corazones negros, de Carlos Taboada
Libros de relatos hay muchos, sí, la mayoría simples recopilatorios de textos sueltos sin demasiada coherencia entre sí. Pero este libro es distinto, y no porque hayamos ido escogiendo los relatos de Carlos para formar un conjunto con sentido, sino porque el estilo de este autor está muy definido. Toda su obra encaja en lo que podríamos llamar realismo sucio.
Sus relatos no tienen un planteamiento-nudo-desenlace al uso. Sí lo tienen, pero hay que intuirlo. Carlos nos presenta una serie de situaciones sacadas de contexto para resaltar el drama y el sinsentido de la vida moderna. Y nos incomoda, sí. Porque nos muestra sin pudor nuestro lado más oscuro: el egoísmo, la mentira, los instintos… Todos sus personajes tienen un lado oscuro, pero también a todos les gustaría, en el fondo, un mundo mejor.
Hazme caso: no lo leas del tirón, sumérgete en cada situación, mastícalo bien, siéntete incómodo/a…
Además, este libro está ilustrado por… ¡mí! (Qué vergüenza…) ¿Queréis ver las ilustraciones? Pues tendréis que comprarlo…
Cris Moreno
Mi pequeño Corazón Negro
Habitualmente los que presumimos de escribir relatos nos topamos con la cara de desconfianza del lector. Para personas habituadas a leer historias que se desarrollan en 200 páginas o más es difícil de entender que se les puedas explicar algo interesante en dos o tres. Pero la verdadera intensidad se encuentra en el primer bocado y no en el banquete entero. Carlos Taboada, el autor de “Pequeños corazones negros” comparte conmigo esa afición por los canapés por encima de las comilonas.
Los escritores de este género debemos intentar ponerlo en el lugar que se merece porque en la creación, no hay géneros mayores y menores. Carlos, para mí, es uno de los mejores representantes de este estilo capaz de emocionarnos, asustarnos, hacernos reír con la misma intensidad que una obra monumental.
Encima, tengo una ventaja sobre el resto de lectores de “Pequeños corazones negros”, conozco a su autor. Sé el hombre maravilloso que es, por tanto, estaba convencida de que su primera publicación sería, al menos, tan increíble como él.
Conocemos personas, atesoramos recuerdos y experiencias que enriquecen nuestro bagaje personal, que conforman nuestras vidas. Retazos de experiencia se van quedando enganchados a nosotros para hacernos un poco más sabios. Para ello necesitamos recorrer el camino que nos fue destinado hasta el final.
Carlos Taboada nos ofrece esos sorbos de pequeñas experiencias, trozos de vida latentes atrapados en cada uno de los relatos que conforman “Pequeños corazones negros”. Todo ello aderezado con un lenguaje familiar y salpicados por finas gotas de sentido del humor.
Y si todo eso fuera poco, el espíritu calmo y sereno del autor está implícito en su estilo para poder absorber esas lecciones de vida con la paz que, la vida diaria, nos hace desear.
La receta de Carlos es ideal para degustar tal y como está hecha, a pequeños bocados que inundan de sabor el paladar.
Luisa Vázquez
EDITORIAL CUATRO HOJAS
Grupo de Escritura Creativa Cuatro Hojas
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